Por Nicola Rodriguez Mastrangelo
La campaña está destinada a aquellas personas que debieron dejar su tierra natal y que no pudieron costear los gastos del traslado.
“Hola, mi nombre es Gabriel y hace 4 años tuve que escaparme de Venezuela sin otra opción que separarme de mi perro”, dice Gabriel Gagliardoni, mentor de la campaña que tiene el objetivo de reunir a las personas —que al igual que él, tuvieron que irse de su país y se llevaron lo poco que pudieron, dejando atrás sus vidas, afectos incluidos— con sus animales.
Para iniciar los traslados de los animales, Gabriel estima que se necesitan recaudar, al menos, 4 mil dólares. A sabiendas de que será imposible lograr todos los reencuentros que desea apuesta a la solidaridad de las personas que aman a sus perros y que pueden ponerse en el lugar de quienes hoy los tienen lejos y no dejan de soñar con el reencuentro.
-¿Cómo surge la idea de iniciar esta campaña?
Yo soy venezolano y dejé mi país hace 4 años. Llegué a Argentina y me pasó algo que entonces pensé que era particular, pero luego supe que le pasaba a muchísimos venezolanos: cuando tuvieron que salir de Venezuela no pudieron traerse a sus perros. Toda mi vida he tenido animales y el dueño del departamento que alquilé al llegar a Buenos Aires no me dejaba tener perros. Entonces, la nostalgia por no tener al mío fue el disparador para empezar a pasear al perro de mi vecino, se lo paseaba hasta gratis, o se lo cuidaba cuando él se iba de viaje a la Costa o cuando trabajaba todo el día. Luego se me ocurrió compartir la idea con otros compatriotas que la estaban pasando igual y, como Argentina es un país tan perruno (en el 80% de los hogares tienen uno o más animales en sus casas) nace la idea de hacer la plataforma de paseadores.
Cuando Gabriel dejó su país, Bongo quedó al cuidado de su madre en Venezuela y pese a que lo extraña no es capaz de separarlos. Pero sí desea que nadie más viva lejos de su familia perruna.
“A esta campaña la arrancamos muy poco antes del Día del Animal porque con mi socio nos dimos cuenta de que hay cientos de paseadores venezolanos que se registran en nuestra red que, al igual que yo, en sus descripciones cuentan que tuvieron que salir de Venezuela por las condiciones críticas que se están viviendo y que tuvieron que dejar a sus perros. Es la nostalgia la que los hace registrarse en la plataforma para poder estar en contacto con los animales. Eso fue lo que me pasó”, asegura.
Sobre la campaña, señala: “La estamos arrancando en Argentina, pero a raíz de ella me han contactado de otros países como Colombia, Chile, México para sumarse y también poder reunir a los perros de los venezolanos radicados allí”.
Si bien el tiempo particular que la plataforma que difunde a la campaña impone (40 días desde que se publicó) ya ha recaudado algo de dinero. “Se viralizó en las redes, por ahora le está yendo bastante bien”, resume Gabriel y amplía: “Esta campaña inicial es a todo o nada y necesitamos juntar más de 4 mil dólares, cosa que será complicado lograr solo con colaboraciones. Pero esto lo sabíamos desde el principio, por lo que estamos buscando empresas para que nos ayuden a seguir avanzando en el objetivo”.
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