
La construcción de la bicisenda y su costo de aproximadamente DOS MILLONES DE PESOS ($2.000.000) han generado mucha polémica entre los habitantes y visitantes de la ciudad. La innecesaridad de la misma, la falta de un estudio urbanístico y vial, la falta de participación de la comunidad, el alto costo de la misma, fueron algunos de los reproches que se hicieron en las redes sociales y en los medios de comunicación.
Además del carácter discrecional y arbitrario de la decisión, porque según se sostiene le habrían traído la idea al Intendente por parte de un amigo que viajó al exterior e inmediatamente se dispuso su realización. Claro que no faltaron las quejas por el estado de la ciudad, la destrucción de las calles, que no hay iluminación, la falta de oportunidad para hacerlo, como así también que no era una obra prioritaria.
Lo concreto es que la colocación de los separadores se ha hecho, se ha pintado como se pudo las líneas divisorias, algunos dibujos de bicicletas y seguramente algunos carteles indicadores para señalar como debe usarse por los ciclistas. El tiempo dirá si se han usado bien los dineros públicos y si la obra ha sido positiva o no. Lo que ocurre es que no puede hacerse una obra un día para desarmarla el otro. Veremos en el transcurso de la temporada cual es la experiencia y seguramente en el mes de abril continuará la polémica sobre lo que hay que hacer con la bicisenda.