Continúa sin encontrar solución el basural a cielo abierto que se halla sobre la ruta 77, cuando se entra a Miramar, desde la Ruta 88. Cientos de toneladas de basura se acumulan en ese lugar sin tratamiento alguno, con la consiguiente contaminación. Ya lo hemos señalado en varias oportunidades que los líquidos que emanan de la basura penetran en las napas contaminando las mismas y produciendo enfermedades. Es que la gravedad del tema exime de mayores comentarios. Pero dado el tiempo transcurrido, la falta de inversión de recursos en la transformación del basural, la queja de los vecinos que circundan el lugar y de los defensores del medio ambiente hace que reiteremos estas notas. Ello hasta que las autoridades tomen alguna medida en resguardo de la salud de la población.
El área de Medio Ambiente ha sido desmantelada, no se sabe quien ocupa algún cargo con responsabilidad que pueda dar respuestas en relación al desastre ecológico que se está cometiendo. Y para colmo recién sancionado el presupuesto municipal no existe partida alguna destinada a la recomposición del basural.
Los camiones tiran la basura, sin ningún tipo de separación y allí actúan algunos recicladores sin recursos ni elementos. Y lo orgánico, las pilas, los restos de equipos informáticos, todo lo contaminante y sin valor termina en las napas, produciendo serios perjuicios. Nada ha cambiado. Todo sigue igual. Por eso entendemos que alguien debe intervenir para revertir una situación que afecta a todos por igual, resintiendo fundamentalmente la calidad de vida y la salud pública.
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