Hace algo más de un año, precisamente en la Nochebuena del año 2017, desaparecía el cuerpito de Ciro en Comandante Nicanor Otamendi. A los pocos días la Fiscal de entonces Ana Caro, disponía la detención de Carlos López, empleado municipal y realizaba allanamientos en su casa y en la de su madre. Ordenó también su detención.
López y su familia clamaron por su inocencia, no obstante ello, la fiscal Caro le imputaba el robo de un rosario, presuntamente ubicado en el ataúd de Ciro y que luego se verificara donde fue comprado y por quien fue entregado.
Esa situación tan dura que paso López llegó a su fin. Hace unos meses el Juez Ricardo Ricardo Crotto absolvió a López. Y ahora el Juez de Garantías Dr. Saúl Errandonea en los autos caratulados “LOPEZ, Carlos s/ robo-IPP 08-02-001831-17-00 RESOLVIO: DICTAR EL SOBRESEIMIENTO de CARLOS ALBERTO LOPEZ nacido en la localidad de Comandante Nicanor Otamendi el día 22 de octubre de 1968, hijo de María Josefina Dartayeta y de Larrosa López Luis a quien se le recibiera declaración a tenor del art. 308 del C.P.P. Y por el delito de robo. Atento lo resuelto y firme que sea procédase al archivo hasta el momento que resulte procedente la destrucción del legado. Regístrese. Notifíquese. Firme que sea, archivase. Saúl Errandonea. Juez de Garantías.”
Luego de este sobreseimiento y la desvinculación definitiva de López, lo grave es que los hechos de desapariciones de cuerpos en Otamendi siguen impunes. Lamentable por cierto.