Santhyago Ríos: “Me considero profesional desde el primer momento que tomé el acordeón en mis manos”

Santhyago Ríos

El joven músico Santhyago Ríos, quien hace algunos meses estuvo de gira con su acordeón por Europa y Brasil, llevando su música y sus raíces otamendinas; nombrado recientemente Embajador Cultural de Gral. Alvarado, en entrevista con El Argentino nos cuenta acerca de esta experiencia, su pasión por el Chámame, sus anécdotas y el futuro que se le viene.

-¿Como fue tu inicio en la música?
Desde que tengo memoria en mi casa siempre se escuchó Chámame. Yo no vengo de familia de músicos, aunque mis abuelos paternos son de Entre Ríos, es innegable que la sangre tira. Recuerdo bien que mi papá escuchaba mucho un casette de un acordeonista que se llamaba “Andrés Cañete” y había dos temas muy puntuales que me llamaban la atención aun sin saber nada de Música, quizás por el virtuosismo al final y si no la única explicación es que el Chámame tiene “Payé” (embrujo). Fantaseaba mucho con esos dos temas imaginándome a mi mismo interpretándolos en algún escenario, aun sin tener un instrumento. Un mediodía llegue de la escuela y mis padres me dicen que vaya a la pieza que había un regalo para mí, fui con toda la ilusión corriendo pensando en que era finalmente un acordeón, pero era un cachorrito, que termino siendo mi mejor amigo de toda la infancia. Al otro día pasó algo muy similar, llegue de la escuela y mis padres me volvieron a decir lo mismo, esta vez ya no fui corriendo, pero cuando entré a la pieza era el Acordeón tan deseado. Fui inmensamente feliz, tenía 8 años (hoy 28 años).

¿En qué momento comenzaste a tomar más profesionalmente la música?
Tengo un pensamiento con respecto a esa palabra, “Profesional”. La gente confunde ser profesional con ser famoso o consagrado, y no es nada de eso. Ser profesional es ser responsable con el trabajo de uno, cumplir en los ensayos, cumplir con los horarios, perfeccionarse estudiando. Yo me considero músico desde que nací, solo que pude empezar a ejecutarlo en el momento que tenía que ser, y me considero profesional desde el primer momento que tomé el acordeón en mis manos.

-¿Tu carrera va en un franco ascenso ¿Como lo vas llevando?
Estoy muy contento y agradecido, también estoy muy consciente de lo que estoy trabajando y a donde apunto. Esto conlleva cada vez más responsabilidad con respecto a horarios, trabajo de lo que seria gestión, ensayos y viajes. Estoy viviendo muchas cosas nuevas a las que me tengo que adaptar rápido para no cometer errores. Es un ambiente hermoso, mientras las cosas se hagan con responsabilidad y seriedad, de otro modo te lo hacen saber, por eso es muy necesario adaptarse rápido a los cambios y las nuevas vivencias.

-¿Qué te significo ser nombrado Embajador Cultural de Gral. Alvarado?
Es una alegría inmensa, es muy importante para mí que la gente y las autoridades de donde vivo valoren el trabajo que uno hace con tanto amor. Si bien uno no hace este trabajo pensando en que reconocimiento vendrá, solo lo hace por una necesidad de expresar lo que uno lleva dentro y por el amor que le tiene a esta música. Lo demás es un regalo que se valora y aprecia mucho.

-¿Cómo se dio la posibilidad de hacer la gira por Europa y países de Sudamérica?
La gira realizada en el 2016 fue todo por una gestión independiente, este año fui a Uruguay y a Brasil también que fueron shows que se van dando debido a que hay gente que va mirando la carrera que van haciendo los Músicos. Este año también estuve en Italia en el Festival Mundial del Acordeón, eso se dio debido a una clasificación en el Festival Sudamericano del Acordeón en San Jorge (Santa Fe).

-¿De qué manera solventas los gastos que ello implica?
La mayoría de los viajes están solventados por un cachet del show, luego en el caso del Festival Mundial del Acordeón en Italia, se hicieron cargo de todos los gastos el Gobierno de Santa Fe, hay viajes para algunos shows los cuales no cuentan un cachet ya que son como invitación o para difusión, en esos casos cuento con el apoyo de las autoridades locales y zonales.

-¿Qué experiencia te han dejado presentarte en tantos shows a nivel nacional e internacional?
Se aprende mucho de varias cosas, los golpes en los viajes, las políticas distintas de manejos de los shows, las formas distintas de pensar y enfocar de los demás músicos con respecto a sus carreras, de los cuales se aprende mucho para implementarla en el trabajo de uno. Cuando esta la posibilidad de viajar a otros países me gusta mucho aprender y ver al cultura del lugar, y si hay algo que me gusta es ver cómo reaccionan al Chámame, que en casos es una música nueva para ellos, pero lo reciben de la mejor forma siempre. Lo vuelvo a repetir, el Chámame tiene Payé.

Luego de las giras ¿Como fue tu regreso a Otamendi?
Un gran amigo dijo una vez que la mejor parte de los viajes sin dudas es “volver”, y coincido totalmente. La vuelta fue hermosa, el reconocimiento de la gente y su valor, cuando se está lejos se empieza a pensar distinto en varios aspectos de la vida, hay tiempo para reflexionar, valorar cosas tan sencillas que a la vez son las únicas y más importantes de la vida. Como un mate con mi abuela, una cena en familia, una tarde con mis amigos que tanto quiero, ir a pescar con mis hijas y mi mujer o simplemente ver un atardecer en el campo, que sin dudas es único en Otamendi.

-¿Cuales son tus próximos proyectos?
Hay varios proyectos activos en este momento, para comentar algunos podría decir que estoy trabajando en gestión con una gente del ambiente donde estamos abriendo un circuito en Brasil y Europa, también estamos en la producción de un nuevo disco el cual va a contar con varias composiciones propias invitados de lujo. Para esta fecha también estoy cerrando varios festivales por el país y todavía trabajando mucho en un estilo propio intentando y probando dar una fusión más compleja al Chámame con otros géneros.

-¿En qué te representa la música folklórica?
La Música Folklórica en general está muy conectada con la tierra, ese es un factor muy importante por el cual me siento conectado, también sus misterios, sus cambios de humor, su melancolía y hasta su soledad, nos parecemos mucho (risas). Es plenamente mi vida, soy feliz al tocar, no necesito cerrar los ojos para sentir que no hay nadie a mí alrededor más que yo, mi acordeón y la nada misma. Es especial.

-¿Cuál es tu máxima aspiración?
Sin dudas es la de alcanzar una conexión mayor con mi música, poder encontrar mi persona en el sonido, poder estar a la altura que se merece el Chámame y devolver a la vida las bendiciones que se me han brindado.