Salud. Saludable. Códigos que se manejan

Lic. Alicia Digón

¿Qué significa estar sano? ¿Qué significa estar enfermo? Son muy amplias y hay disímiles conceptos ante estas preguntas. Conceptos organicistas que finalizan en pilas de medicamentos que a la larga dejan siempre sus secuelas, ideas que de una manera u otra siempre están sustentadas sobre una previa concepción del ser humano.

¿Qué quiero decir con esto? Muy simple. Hay quienes tienen una idea del cuerpo. Suponen que es una masa de huesos, sangre carne y piel.

Hay otra gente que supone que es un dios que nos dio vida y que si uno enferma “por algo es”. Está la creencia que si se sufre por algún pariente querido que está enfermo, enferma. Puede ser así y no. A nadie se le ocurre pensar que somos una totalidad inmersa en una historia, en un contexto social, en un medio alimentario, en una relación con el otro que es nada más y nada menos que el mundo y la historia de “ese” mundo más la historia personal y la historia familiar que de algún modo nos condiciona para que seamos de una manera u otra.

No es lo mismo alguien que tuvo en sus ancestros un familiar con dolencias, digamos físicas, alguien que viene con una constelación de repeticiones en enfermedades mentales de cualquier índole, que otra persona cuya constelación se inclina hacia otra determinada dolencia.

Esto no quiere decir que la “herede” pero sí, que la debe tener en cuenta al momento de hablar con el médico o con el especialista que ha elegido. El ser humano es un complejo entramado de cuerpo y psique, inmerso en un mundo que cada vez más arrasa con la psique y la lleva al torbellino del tan mentado estrés. Y no porque vivamos un ámbito tranquilo vamos a evitar el estrés de no haberlo aprendido a manejar. ¿Se maneja el estrés? Si, como se maneja cualquier situación difícil o complicada.

¿Qué incidencia tiene el estrés en el cuerpo? En mi vida profesional he comprobado que hay una incidencia de más del setenta por ciento que va al cuerpo.

Indefectiblemente. Los conflictos familiares, las dinámicas y enredos que, sin querer se viven en la familia, las disposiciones gubernamentales que en forma de flecha nos llegan a través de las pantallas de televisión, en fin, hay situaciones a las cuales no podemos escapar, aunque vivamos en un campo lleno de aire puro, de montañas “sanas” y también hoy día, de glifosato.

Por ejemplo. La contaminación ambiental es un ingrediente que no podemos dejar de evaluar a la hora de decidir estar lo mejor posible y tener una vida lo más sana que podamos lograr y que no nos llegue al bolsillo con la pila de medicamentos mes a mes como una cuota más que incide en nuestro estrés.

A través de estas notas vamos a ver cómo cada individualidad es el centro de infinitas variables e individualidades, que, a veces puede manejar y otras no.

Por ejemplo no es igual lo que busca una persona de veinte años con una dieta que la aspiración de alguien de cuarenta que ya ha pasado, en el caso de la mujer, por la experiencia de la maternidad, en el caso de un hombre, por su rutina laboral. Llega a su casa y quiere distenderse. Cada caso particular tiene sus códigos y sus expectativas.

Invito a quienes quieran compartir opiniones e inquietudes que las hagan llegar al mail del diario, y ya veremos de qué modo y cómo vamos a ir respondiendo en cada caso y según las inquietudes responderemos con notas o bien con charlas que se programaran durante el año.

Debemos agradecer a Semanario El Argentino de Miramar la posibilidad que nos da de poder tener estas comunicaciones que tanta falta nos hacen a todos. Incluso a quien escribe por la posibilidad de poder transmitir su experiencia para el bien de la comunidad toda.