
El Subcampeón de Surf adaptado Nicolás Gallegos se acercó a nuestra redacción para realizar una queja sobre la nula accesibilidad a las playas públicas en nuestro distrito.
“Es indignante que las personas que más necesitan un acceso adecuado para ingresar a la playa y al mar no las tengan disponibles, finalizando el mes de enero y con los días de intenso calor que estamos viviendo. Yo estoy entrenando para competir en un próximo campeonato internacional, además que también estoy dando clases de surf adaptado y se me ha hecho imposible poder realizar ambas obligaciones”, afirmó.
La accesibilidad a las playas es “una deuda pendiente” para la Municipalidad de General Alvarado. La comuna no está cumpliendo con leyes nacionales y provinciales y ordenanzas municipales que establecen la obligatoriedad de accesos hasta el agua para gente con capacidades restringidas. Es importante pensar en aquellas personas que tienen alguna discapacidad pero que deben contar con las mismas posibilidades que el resto de los ciudadanos.
Por otra parte el deportista miramarense expresó: “de las bajadas públicas que recorren el largo de nuestras costas, ninguna posee rampas, ni pasillos adaptados para las personas que tienen discapacidad, las bajadas a las mismas están obstaculizadas por autos estacionados donde no deberían y ni hablar de los escombros, pozos y otras obstrucciones que obstruyen el acceso a las mismas. Es importante pensar en aquellas personas que tienen alguna discapacidad pero que deben contar con las mismas posibilidades que el resto de los ciudadanos”, agregó.
El derecho al esparcimiento y recreación es fundamental para alcanzar una participación social activa en la sociedad, buscando una igualdad de condiciones para todos, siendo el acceso al medio físico un punto de partida para el ejercicio de todos los derechos y libertades.
La accesibilidad a todas las instalaciones, productos y servicios turísticos debe ser un componente esencial de cualquier política de turismo responsable y sostenible. Como ciudad turística uno de los principales atractivos de nuestra ciudad. No hay rampas, la persona en silla de ruedas nunca puede llegar a la playa. Las playas no son accesibles desde la calle por eso hay muchísimas personas que se quedan adentro en verano y se ven imposibilitadas de disfrutar lo que es un derecho de todos.
Para que exista turismo accesible debe existir una red de turismo accesible y una política de gestión que algún día sea amigable para todos por igual.