

Lo hemos señalado en reiteradas oportunidades. La falta de maquinaria, de personal especializado, de combustible y de repuestos para las maquinas hace que las mismas no puedan salir a la calles a hacer mantenimiento de calles y caminos. Y esto produce que cualquier lluvia, por poca intensidad que tenga ocasiona serios perjuicios a los vecinos. Las calles anegadas, llenas de agua, baches, pozos, huellones son la muestra máspatética de lo que tienen que padecer los vecinos de Otamendi.
Realmente no se advierte reacción en las autoridades municipales para proceder a la reparación urgente de las calles. Todo es un lodazal y un abandono. Y han probado de distintas maneras, con distintos delegados, con capataces que no son más que punteros políticos y el resultado es siempre el mismo: Abandono y más abandono.
Reproducimos fotografías que fueron obtenidas por nuestro colega Marcelo Pascual y que reflejan lo que decimos. La vecina localidad de Dionisia esta como todo el Distrito. Sin maquinas que funciones y en consecuencia con la ciudad prácticamente abandonada.