No tengo otra manera de vivir

presbitero hugo walter segovia

En una hermosa nota, el periodista Pablo Gorlero nos brinda la oportunidad de recibir un testimonio sobre una figura tan representativa como la de Carlos Rottemberg que también, hace poco, fue distinguida por el Congreso de la Nación con el titulo que ya esta columna le había otorgado como podemos encontrar en la edición del 3 de febrero de 2011.
Se trata de reconocerlo como el empresario que más teatros ha levantado y, con ese motivo, una numerosa cantidad de miembros de la comunidad artística se hizo presente.
Es muy elocuente la calificación que Gorlero, tambien el notable representante de nuestro teatro, le brinda a Rottemberg:”mágica militancias teatral”.
Además, nos permite también escuchar a su hijo, Tomas, asociado al padre por una profunda comunión.
Rottemberg recuerda que “alguna vez tuvo que decirle al padre que no podía continuar con la empresa familiar de fabricación de ropa de cuero: mi viejo resolvió vender la empresa a una edad prudencial. Y en cuanto al Tabaris de mis teatros la llave la tiene Tomas, no yo. Sin él, esto no se habría hecho. Tengo 61 años. En una charla que tuvimos me dijo con decisión: “hagamos otro Multiteatro porque yo voy a seguir con esto”.
¡Cuánta emoción nos transmite esta relación!. Sobre todo en un tiempo en el que, como dice el papa Francisco, muchas veces los jóvenes crecen en una sociedad desarraigada, en familias sin historias, sin memoria y, en consecuencia, sin raíces.
Las lágrimas orgullosas
Así lo escuchamos a Tomas: “el Tabaris necesitaba un cambio para poder abrir más bocas y conseguir un público potencial”…”desde un lado más frio y comercial, los números no daban, había que “aggiornarse”.
Nos regocija oírlo: “la vara esta alta. Pero la tomo en forma natural porque nací en el teatro y no tengo otra manera de vivir. Somos fuentes de trabajo para artistas, boleteros, acomodadores, productores y mucha gente. Asumo la responsabilidad que me corresponde de ese lado también. Siempre lo supe. Y no es un paso, lo vivo con alegría”.
En pocas palabras este chico, al que veíamos dando vueltas por los teatros en las temporadas marplatenses, refleja el sentido autentico de una vocación, másallá de lo que podemos llamar la cultura del momento. Es ese llamado misterioso que se va configurando desde lo másíntimo de nuestro ser acunado por lo que vemos y escuchamos en el hogar: sus raíces están en el teatro y se siente feliz no de repetir ni de copiar sino de revivir la apasionante experiencia de seguir construyendo una continuidad creativa.
Somos muchos los que, un poco como Tomas, hemos aprendido de su padre lo que significa entregarse con alma y vida a una vocación y a una misión.
A esta altura el periodista confiesa que “mientras Tomas decía esto su padre lo observaba con una leve cortina de orgullosas lágrimas en sus ojos”.
La continuidad creativa
Y dice: “mientras que uno emprende riesgos como levantar edificios teatrales corre también el riesgo de que ello termine con uno. Entonces para mí, como padre, me enorgullece esto. Mi hijo tomo la iniciativa de ir adelante y tuve que decir: “te sigo por lo menos hasta que tu hermano (dos años) crezca y te siga a vos”.
En un reciente libro, “La sabiduría de los años”, el papa decía que los padres tienen “la responsabilidad de transmitir su experiencia de la vida, la historia de su familia, la historia de una comunidad, la historia de un pueblo”.
Reconforta escuchar a este padre que confiesa su aprehensión a los bancos hasta topó con una familia que tiene un banco nacional, de carne y hueso y querían apostar a la cultura”… “en un momento en que no paran de cerrarse restaurantes decidimos ir contra la corriente y abrir teatros”. ¿Cómo no alegrarse por esta continuidad? A esta genealogía se incorporó hace dos años Nicolas y ya está en camino de hacerlo, Matilda.
Es como asegurarse que se seguirán abriendo teatros. Siempre fueasí y hasta cuando se reconstruyeron las ciudades, después de las guerras, hubo un lugar de preferencias para los teatros.
En coincidencia, escuchábamos al arzobispo de la plata en el aniversario de su fundación: “desde los cartoneros hasta los científicos y los artistas reavivems el sueño de una ciudad pujante, construida entre todos, con todos, para todos”.