La semilla del encuentro

Un año particularmente movido este para el papa Francisco. A sus viajes a Panamá a los Emiratos Arabes y a Marruecos se agrego el que hizo a Bulgaria y a Macedonia Norte.
Dos países de los Balcanes que bien podríamos llamar de la periferia europea. También de mayoría ortodoxa en el caso de Bulgaria y de fuerte presencia musulmana Macedonia, que fue parte de la ex Yugoslavia,
El recuerdo vivo de Juan XXIII que, durante diez años (1925-35), fue Delegado Apostólico en Bulgaria estuvo muy presente por todo lo que significo su tarea diplomática.
Los ejes del pontificado del papa Francisco se manifestaron en este viaje: su sentido del ecumenismo viajando a un país de gran mayoría ortoxa y su permanente demanda de acogida a los inmigrantes, ese drama de los tiempos. Tal vez, de entre los distintos momentos de esta su vigésima novena peregrinación mundial, llame la atención la misa que celebro en Rakoski donde 245 niños recibieron la Primera Comunión de sus manos. El mismo quiso hacerlo y mostro esa singular capacidad que tiene para comunicarse con los niños.
Llamados a la renovación denunciando que no sirve el que siempre se haya hecho de determinada manera porque Dios nos quiere vivos.
Una de sus originales frases eludía “al gris traumatismo de la vida”

Los dos sacramentos

Su paso por Macadonia Norte tuvo como motivo principal horrar a una ciudadana, la Madre Teresa, nacida en Skopie y a ella dedicó muy emotivas palabra sobre todo presentándola como referente para los jóvenes. Al respecto decía a los jóvenes que sueñen y que nunca es mucho y hasta puso el acuerdo que firmo en la Peninsula Arabiga con el Gran Imán y al cual llamaron documento de la Fraternidad Humana. No a “la diosa lamentación”, “artesanos de sueños” porque “joven que no arriesga está muerto”. Allí la figura de Teresa de Calcuta adquiere su profunda dimensión. “Soñó a lo grande porque amo a lo grande” y era “una mujer de este pueblo que escribió grandes cosas”.
El Memorial de la Madre Teresa es un monumento construido en un estilo que sintetiza la mentalidad europea con la india y que es así también una expresión de universalidad.
Hablo de los dos sacramentos que estuvieron en el centro de la vida de esta mujer: el sacramento del altar y el sacramento del hermano que no pueden separarse.
Breve el viaje pero intenso. Su dinamismo, si algo lo pudiese negar, se hizo evidente ya que después de esos tres días en Bulgaria y Macedonia, domingo, lunes y martes, el miércoles no se eximio de la audiencia en el Vaticano. Era además el 8 de mayo, fiesta de Nuestra Señora de Lujan que le dio ocasión de pedir su intercesión maternal sobre su patria.

Cada uno, una historia sagrada

El 7 de mayo falleció uno de los laicos más representativos de nuestro tiempo.
Jeam Vanier de origen canadiense en 1928. Después de una actividad muy variada, en 1963 el padre Thomas Philippe lo invitó a conocer un lugar, Trosly-Breuil donde se atendía a personas con deficiencias mentales.
Descubrió así el hambre de amist5ad y afecto de esos hombres y así fue descubriendo un mundo de sufrimiento que transformo su vida.
En 1964 fundó la primera comunidad de “El Arca” en Trosly, Francia. Esa comunidad quiere llevar a bordo a las personas que tienen deficiencias mentales dice “rápidamente ahogadas en las aguas de nuestras sociedades competitivas”. Ahora son 137 en 36 países de todos los continentes, una en Boulogne desde el año 2003.
Las comunidades “Fe y Luz” son más de 1200 y las integran personas con deficiencias sus familiares y amigos. No viven juntas pero se reúnen para compartir sus sufrimientos y alegrías, vivir las fiestas y orar juntos.
Vanier escribió bellos libros. Uno de ellos, “Cada persona es una historia sagrada” es uno de los más importantes libros de los últimos años. Para recordar una vida y un pensamiento, plenos de sentido evangélico, recogemos sus palabras: “descubrir que tenemos necesidad los unos de los otros, formamos parte de una humanidad común, de un cuerpo universal poniéndonos en un pedestal y si nos olvidamos de la persona pequeña, débil, con un cuerpo frágil destinado a la enfermedad y a la muerte, que necesita cuidados, alimentos, esparcimiento y amistad, entonces todo se romperá”.