La decadencia de los Servicios Públicos

El año 2018 ha sido de una crisis profunda en materia de Servicios Públicos. Particularmente los que brinda el Corralón Municipal, recolección de residuos, barrido, limpieza y atención de calles y caminos rurales. El Estado de la ciudad así lo patentiza. Calles sin mantenimiento, arterias con huellas de varios meses atrás, pantanos que no se pueden rellenar, pozos por doquier marcan la crisis que venimos señalando. Los camiones en una situación de deterioro por falta de mantenimiento que hace que estén tirados en el Corralón o llevados al Vivero para tenerlos allí guardados en otro galpón. Una de las palas mecánicas para el trabajo diario esta hace un año en un taller de Mar del Plata sin poder retirarla por no tener dinero para cumplir con el proveedor.

Las motoniveladoras prácticamente no funcionan. En Mechongué sin funcionar. En Otamendi con arreglos precarios la mueven de vez en cuando. En Mar del Sur todo es un abandono mecánico. Y en Miramar a veces trabaja alguna motoniveladora, que no puede atender los cientos de reclamos que semanalmente apabullan al personal del Corralón.

De los caminos rurales se han expresado los productores mismos, los concejales con cantidad de reclamos, los frentistas que no pueden circular, la sociedad rural que los agrupa. Pero tampoco hay reacción. No se ha planificado nada y sin recursos es muy difícil que pueda darse una respuesta.

Con la llegada de los turistas y vecinos propietarios que están en Miramar se han multiplicado las quejas por todo lo que señalamos y no se conoce que se haya constituido una mesa de crisis o un equipo idóneo para procurar atender tantos pedidos y exigencias de parte de los contribuyentes que reclaman por su calles, por los pastizales, por la falta de luminarias.

Todo es dilatar y postergar hacia adelante cualquier solución. Pero mientras tanto el deterioro se va incrementando y los problemas van adquiriendo mayor gravedad. Recientemente se ha sancionado el presupuesto municipal con sumas extraordinarias para sostener una burocracia que no da respuestas. Y no se advierte inversión concreta en elementos, recursos y herramientas que den la posibilidad de mejorar lo que hemos llamado en esta nota la gran decadencia de los servicios públicos.

Lamentamos profundamente esta situación que perjudica a todos los habitantes de Gral. Alvarado y las potencialidades del Distrito como tal. Esperemos que se reaccione antes que sea demasiado tarde.