Crimen de Susana Yas

La investigación por el crimen de Susana Yas (77), la jubilada asesinada a golpes en un departamento del barrio Estación Norte, comenzó a desplegarse ya sobre su círculo más cercano con la comparecencia de varios allegados, entre ellos el hijo con el que la víctima mantenía una ríspida relación.

El hombre de 51 años declaró ante el fiscal Fernando Castro el lunes por la tarde y aportó datos relevantes sobre la particular vida de su madre, sobre los vínculos con los otros hijos y sobre las denuncias cruzadas, pero también sobre su restricción de acercamiento, un detalle que en un primer momento causó alerta en los investigadores.

Su testimonio ahora está siendo evaluado por la fiscalía y también por la DDI local, a cargo de profundizar la pesquisa de un caso que tiene sus complicaciones aferradas a dos o tres aspectos singulares.
Las imprecisiones que surgieron en las primeras horas alrededor del homicidio de Yas obedecieron a una de esas cuestiones llamativas, y poco frecuentes en una escena del crimen. La principal: un testigo incapacitado por el mal de Alzheimer. El marido de la mujer, un jubilado del casino que vivía en el mismo departamento del 1° piso de Chaco 1005, jamás pudo comprender lo sucedido. Incluso por estas horas fue tutelado por un pariente que lo internó en un geriátrico. Esa persona es la que, en otras condiciones de salud, podría haber sugerido información de importancia.

También fue desconcertante el informe forense luego de que en una primera evaluación del cadáver asomara casi como una certeza una herida de arma de fuego. Sin embargo, se estableció ya en la mesa de autopsia que a Yas la habían matado a golpes y que esa lesión circular en el rostro había sido efectuada por un objeto pesado y punzo cortante, capaz no solo de penetrar la piel sino destrozar partes óseas.

El hallazgo de un cargador y documentación de un arma 9 milímetros consolidó esa sospecha inicial al interpretarse que podía haber sido esa la pistola con la que le habían “disparado”. Pero tal disparo nunca existió.