Carta abierta por residuos en Miramar

Carta abierta por residuos en Miramar

El 22 de septiembre y siendo las 8:30 hs he encontrado en la calle (35,39, desde la costa hasta la avenida 26) más de diez basurines partidos y arrancados, siendo esta una nueva modalidad de diversión de algunos energúmenos que salen de bailar, entienden que la diversión no es tal si no se molesta a alguien o se perjudica a la sociedad. La Municipalidad ha enviado hace algún tiempo el texto de la norma municipal, que expresa el pago de multas por colocar la basura en el piso, en tal sentido, considero que deberán buscarse otras soluciones.
Todas las mañanas observo, que quienes se encargan de la recolección de residuos, acumulan las bolsas en las esquinas (cada vez más invadiendo el centro de la calle) y a los perros sueltos, destrozando las mismas con una coordinación matemática.
Creo que es hora de cambiar varias cosas:
-No se puede sancionar a alguien que deja basura en la calle, mientras no se asegure que no le van a romper el basurín (llevo tres cambiados, no los cambio más).
-Se solicite a los dueños de los perros sueltos, que no los liberen sin supervisión al menos (entiendo por dueños también a aquellos donde duermen los perros, porque se los cuida y alimenta).
-Se pida encarecidamente a los recolectores de residuos, que el tiempo de entre la ubicación de las bolsas en las esquinas y el paso del camión se reduzca, y se tenga en cuenta la circulación de otros vehículos con el fin de evitar accidentes.
-Por último se cambie la forma de recolección con la instalación de contenedores.
Podemos hablar de reciclaje, de plantas de tratamiento, de ecología, pero si no resolvemos estos temas previamente, provocamos un prejuicio grave en nuestra ciudad, no solo en lo que tiene que ver con los controles de plaga y prevención de enfermedades, sino también en la explotación turística, ya que los turistas deben salir a caminar en una ciudad con basura desparramada y con un palo por tremor a los perros sueltos.
A veces la mejor oferta y promoción turística sólo requiere el orden y el respeto.
Aldo. J. Barone