
Por Nicola Rodriguez Mastrangelo
Findik era atacado por una jauría de perros salvajes en el cementerio de un pueblo de Turquía cuando un maestro y el director de un colegio lo rescataron y lo llevaron a la escuela donde trabajan.
Ahora ayuda a los alumnos a disfrutar de sus clases y también aprende con ellos.
«Findik» (Avellana en turco) es un perro con mucha suerte. El animalito vivía en las calles desde su nacimiento y ahora, un par de meses después, es la mascota de 37 niños que lo adoran, lo cuidan y lo acompañan. Pero llegar a ellos no fue fácil. El perrito es muy joven pero ha pasado por situaciones extremas. Findik solía vivir cerca del cementerio de Tokat, en Turquía, y apenas lograba sobrevivir con la comida y el agua que encontraba.
Pero ese no era su único obstaculo para sobrevivir. Además de no tener comida, agua ni un techo sobre su cabeza, el animal era constantemente amenazado y atacado por una jauría de perros callejeros que se creían dueños del lugar.
Fue justo en el enfrentamiento más crudo entre esta pandilla y el cachorro cuando dos hombre lo vieron y decidieron ayudarlo. Con patadas, palos y piedras, lograron dispersar a los salvajes animales y rescatar al pequeño animal de una muerte segura.
Este rescate fue el cambio que Findik necesitaba para tener una mejor vida, rodeada de amor, cariño y mucho aprendizaje.
Y es que los hombres que lo rescataron trabajan en la escuela local de Torkat y decidieron que el mejor lugar para que el perrito se recuperara y viviera tranquilo era entre los 37 alumnos que ahí asistían.
Apenas el animal llegó al colegio, este se transformó en una celebridad.
Alumnos, profesores y apoderados le construyeron un refugio que cubría todas sus necesidades. Los pequeños estudiantes se organizaron también para darle alimento y agua todos los días.
Findik era ahora parte del establecimiento y como todos los que ahí iban también tiene que asistir a clases. Para eso, la comunidad confeccionó un uniforme especial para que el perrito no se sintiera distinto a sus compañeros mientras aprendían en la sala de clases. Findik era ahora parte del establecimiento y como todos los que ahí iban también tiene que asistir a clases. Para eso, la comunidad confeccionó un uniforme especial para que el perrito no se sintiera distinto a sus compañeros mientras aprendían en la sala de clases.
Ahora el animalito es, por lejos, el mejor alumno del colegio. Se pasea de sala en sala acompañando a sus compañeros, motivándolos a estudiar duro y a permaneces en la escuela. Y es que, ¿a quién no le gustaría ir al colegio con un perro como Findik en la sala de clases?
Hace pocos meses, Findik tenía que luchar contra el hambre, la sed y una pandilla de perros salvajes para sobrevivir. Ahora, es el alumno estrella de un colegio, es la adorada mascota de 37 niños y tiene un hogar y una familia que lo adora.
Si bien el inicio de su vida fue complicado, se puede decir con seguridad que el futuro de este tierno perrito se ve brillante. Quizás hasta llegue a la universidad, no podemos descartarlo.