
Finalmente los tres acusados por el abuso de una menor en el camping “El Durazno” abandonaron la Unidad Penal 44 de Batán, donde estuvieron detenidos desde el 1° de enero, y continuarán con el proceso en su contra en los domicilios que fijaron para ser controlados.
Los tres se encuentran imputados por “abuso sexual con acceso carnal agravado” en una investigación que lleva adelante la fiscal Florencia Salas.
Desde la Dirección General de Monitoreo Electrónico de la Provincia de Buenos Aires, el pasado viernes 3 de mayo llegó la comunicación al Juzgado de Garantías de Saúl Errandonea que ya contaban con las pulseras electrónicas y que ya se encontraban en condiciones de trasladar a los imputados a las viviendas que fijaron para adoptar la medida de arresto domiciliario.
El juez Errandonea, había impuesto una serie de medidas a Pitman, Villalaba y Jaime para que cumplan con el arresto domiciliario, como la prohibición de todo tipo de contacto a la víctima y su grupo familiar, por cualquier medio -sea de comunicación, red social, telefónico o en persona- y, además, los imputados se tienen que abstener de hacer cualquier tipo de declaración pública que implique revelar su identidad o aspectos relativos a su intimidad.
El recurso había sido presentado a principios de abril por los abogados particulares Mauricio Varela, Marcelo Jiménez y Martín Bernat, luego de que la Cámara de Apelaciones resolviera corregir el fallo de la Justicia de Garantías que había ordenado la excarcelación extraordinaria de los tres jóvenes detenidos.