Algo sobre educación

Por: Victoria Canán. De larga trayectoria docente en diversos niveles de educación.

A pocos días de dar comienzo a un nuevo ciclo lectivo, la sociedad toda se inquieta pensando: ¿Qué va a pasar con las escuelas?, ¿comienzan las clases?, ¿hay paro?..Situación que nos afecta a todos, que no solo tiene un alcance en la organización familiar, sino que se proyecta hacia toda una Nación que junto a otros aspectos de gran incidencia de crecimiento y atención como: salud, economía, seguridad, la educación, que de hecho ocupa tanto interés como aquellos, está en la cúspide de las incertidumbres, una vez más.

Son muchas las voces que se alzan reclamando al Estado la resolución de los diversos y múltiples conflictos que “atrapan” a la educación:
-Salarios (paritarias docentes)
-Estados edilicios
-Comedores escolares
-Transporte escolar
-Material didáctico
-P.O.F (planta orgánica funcional completa, en tiempo y forma). Esto se refiere al cumplimiento de asambleas (S.A.D) de designación docente en cargos cuya acefalia lo requiere, ante la presentación de jubilaciones, renuncias, carpetas medicas, otros). Punto importante como los anteriores, pero este último implica, que junto al inicio de clases y asistencia del gran alumnados, estos ya reciban atención fehaciente.

Por otro lado, aún no se perdió (y es de esperar que nunca suceda), la emoción del primer día de clases, los más pequeños, que se inician como escolares, lo viven como un estado de “magia”, de maravilloso acontecimiento….(Nosotros adultos sabemos que no equivocan), puesto que, el paso del tiempo va perfilando una constante evolución, apropiación de experiencias, lugar y crecimiento intelectual, junto a su goce de jugar, en un contexto social diverso, enriquecedor; en definitiva: un desafío en cuya interacción, sus esfuerzos, ansias y capacidades serán la resultante de su objetivo: presente y futuro.

Cabe agregar que la responsabilidad de la Tarea Educativa es de todos los agentes involucrados, tomando conciencia en el ejercicio de acciones impostergables e inmediatas, en una función estrechamente constituida de vínculos, conocimiento y desconocimiento, sentido común y más sentido común. Es decir, un complejo proceso de readaptación del Proyecto Educativo, donde cada vez la Pedagogía “se humanice”, de tal modo que contemple la cambiante realidad de cada alumno, sin apartarse de la calidad grupal. Una clara intencionalidad de compromiso, para dar respuesta a la gran demanda que se plantea a diario en las escuelas, requiere integridad y exigencia de formación permanente, junto a la equiparación en el cumplimiento de los roles que les compete a cada estamento, en obligaciones y derechos.