Vecinos indignados

La calle 27 y 62 y 64 se han convertido en un verdadero lodazal, impidiendo la circulación de autos, motos y bicicletas y sobre todo la indignación y la bronca de los vecinos frentistas que allí viven y que sufren las consecuencias del abandono y desidia del Municipio.

No arreglan las calles y obligan a los ciudadanos a vivir como chanchos, entre la mugre y el barro. Lo grave es que se ha solicitado a las autoridades la reparación de la calle en reiteradas oportunidades y no ha habido ninguna respuesta, lo que constituye una grave desconsideración a quienes sufren las consecuencias de la situación y del destrato de los funcionarios.
Otra vez nos referimos al tema y pedimos que arreglen las calles de los pobres vecinos INDIGNADOS.