Un tarrito de agua para los perros de la calle

Desde hace varios años, distintas protectoras de animales y organizaciones invitan a los vecinos a colaborar con los perros, gatos, gorriones y todos los animalitos que necesiten refrescarse en verano o cuando se registran altas temperaturas.

Lo que hay que hacer es muy fácil. Sólo tenés que poner un recipiente en la puerta de tu casa, cerca de un árbol, si podés atarlo mejor así nadie lo saca, y dejar en él agua fresca para que puedan calmar su sed.

Muchos de los callejeros mueren en esta época del año porque no tienen de dónde sacar agua, tras no poder obtener comida a diario, al menos los ayuda a mantenerse hidratados.

El recipiente con agua si no puede estar en la puerta de su casa, llévenlo a una plaza cercana, puesto de trabajo o comercio. Un lugar de visita diaria para poder controlarlo, agregarle agua y controlar su limpieza.

No olvides cambiarla cada día para prevenir enfermedades.
Los recipientes que coloques deben tener boca ancha, ser plásticos y no poseer zonas cortantes.

Golpe de calor en mascotas

En cuanto al golpe de calor en mascotas, veterinarios locales explicaron que cada año se ven más casos y muchas veces son graves y mortales, por eso la prevención es fundamental los animales.

Las mascotas sufren golpes de calor y se trata de un fenómeno circulatorio que afecta a los viejitos o a los cachorros. Los animales no tienen autocontrol y por ejemplo, van al sol si uno los lleva al campo y no regulan la capacidad de esfuerzo que producen.

Asimismo, si no tienen prácticas de gimnasia regular, la actividad física debe ser debidamente controlada. En tanto, frente al golpe de calor hay que mojar al animal, meterlo en una batea con agua y bajar su temperatura con bolsas de hielo.

Entre los síntomas se percibe que la mascota empieza a jadear, le sube la temperatura y puede llegar a desmayarse. Por ello los primeros minutos hay que echarle agua fría con una manguera en la sombra.

En cuanto al tema del agua para tomar hay que probar siempre la temperatura, porque en muchos casos el animal no quiere tomarla porque está caliente: “hay que cambiarla a cada rato pues en caso contrario adquiere la temperatura del medio”.