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Fotógrafo, animalista y ambientalista que desde hace 20 años retrata a los animales de los distintos zoológicos de Argentina y que se convirtió en el eslabón para dar a conocer, desde su mirada, el dolor del encierro de ellos, especialmente de los animales.
Sus obras además de ser premiadas a nivel internacional, por ser tan conmovedoras, son utilizadas por diferentes organizaciones que encabezaron y encabezan reclamos frente a los Zoo y las convirtieron en estandartes.
Hoy dan vuelta por el mundo y son utilizadas para pedir por la liberación de los animales que viven en cautiverio. En entrevista con Semanario El Argentino, Roberto nos cuenta su historia, nos permite conocer a un ser sensible con todas las causas en donde el respeto por la fauna, está comprometido.
-¿Cómo comenzó tu pasión por la fotografía?
Mi pasión por la fotografía comenzó hace más de 30 año, mi padre era muy fanático de la fotografía. Verlo a mi padre agarrar una cámara, sacar los lentes, llevar los royos a revelar,etc, hizo que la fotografía me comenzara a apasionar. Y es así que a los 11 años comencé estudiar la carrera en un instituto de Morón, donde fui el alumno más joven de la historia, y a los 12 años me recibí. Igualmente uno siempre sigue en la senda del aprendizaje.
-¿Que te llevó a especializarte en Fauna?
-En realidad de chico ya incorpore mucho lo que fue visitas al campo con mi familia, y de ahí mi amor por la naturaleza y los animales. Mi primera cámara la tuve en un viaje a Córdoba cuando tenía 10 años y ahí le saque fotos a los ríos, arboles, las sierras y demás. De ahí empecé a dar pie a admirar la naturaleza. Esto fue el puntapié inicial de lo que fue el primer ensayo de mi trabajo llamado “Cautivos”.
-Contanos de tus obras Cautivos y Tras las rejas
“Cautivos” y mi interés por fotografiar la fauna en particular, nació cuando visite por primera vez Mundo Marino (San Clemente del Tuyu). Eso fue un antes y un después. Particularmente me paso que cuando vi a la orca Kshamenk, nadando en círculos y con la aleta doblada, no entendía que era, pero sabía que no me gustaba. Pregunte y pregunte pero nadie me daba respuestas. Luego di con el libro de Juan Carlos López (Orcas entre el mito y la realidad) y ahí tuve la información para saber que lo que yo sentía que estaba mal con “Kshamenk “en Mundo Marino estaba muy mal. Que el cautiverio está mal. Ahí hice el clik para comenzar a visitar otros lugares de encierro y empezar a registrar con mi cámara, lo que es la fauna, principalmente cautiva. Todo esto aun sin saber lo que algún día comenzaría a realizar ensayos, muestras fotográficas, etc.
-¿Cuál fue el principal objetivo de la realización de dichas obras?
Me preguntas por “Cautivos” y “Tras las rejas”, creo estas obras se van a terminar el día que la última reja este cerrada. Como te explique anteriormente el trabajo comenzó hace mucho tiempo. Cuando me hacen esta pregunta, siempre comento que en la primera muestra de “Cautivos” fueron cuatro personas más o menos, fue en un cine de la Matanza y recuerdo que tuve que ir a volantear yo mismo para que la gente fuera a ver la muestra. En ese momento yo hacia las fotos en color. Igualmente puedo decirte que a pesar de lo pequeña que fue la presentación para mí fue muy intenso, y nunca pensé que después iba a ser tan reconocida a nivel mundial.
“Tras las rejas” es una edición propia de 500 ejemplares. Es un libro que nació de la mano de “Cautivos”. Estos dos trabajos contienen fotografías que he sacado en circos, zoológicos y oceanarios( cautiverio) y para contrastar hay fotografías de animales en sus hábitats naturales. La idea de estos dos trabajos es concientizar sobre la esclavitud animal. Los dos ya está agotados, pero siempre los subo a mis redes, para que quienes lo quieran descargan puedan hacerlo, porque no es un tema con el que quiera lucrar, pero si me interesa que el mensaje llegue.
-Tus imágenes dan la vuelta al mundo y principalmente son utilizadas para retratar el sufrimiento de los animales en cautiverio¿esto que hace sentir?
-Primeramente que “fue y seguirá siendo” algo infame,que un animal sea sometido contra su voluntad. Yo siempre digo que estos lugares son “cementerios de seres vivientes”. Mi fin principal intentar que atreves de mis fotografías, la gente no visite más esos lugares y que si vuelven a visitarlos, los miren con otra mirada. La mirada de esos animales, que es la mirada de muerte, de desolación y de tristeza.
Yo continuamente estoy visitando es lugares para llevar un testeo de si mejoraron en sus condiciones o no, pero lamentablemente, no mejoran. Igualmente “las cadenas de oro también aprietan” aunque agranden los espacios, donde los animales están cautivos, un poco más. Vuelvo a repetir, mi mensaje es siempre ese, mostrar lo que pasan esos seres allí y que la gente saque sus conclusiones. En las ultimas muestras que he estado haciendo, antes de la pandemia, ni siquiera pongo textos en las fotos, y es para que la gente trate de interpretar por si sola (que de hecho lo hacen muy bien), la mirada de un animal que vive en cautiverio. Son muy evidentes las fotografías y es muy evidente el mensaje. La gran retribución de mis trabajos es que mucha gente ha dejado de ir a los zoológicos y oceanarios luego de ver mis fotos, así me lo expresan cuando me escriben a mis redes. Eso es maravilloso porque por cada persona que se concientiza, concientiza a muchas más. Sin clientes no hay trata, en todo sentido.
-Con tus obras recibiste muchos premios internacionales ¿qué significa para vos?
Esta es una pregunta muy fuerte. Para mí que mis fotografías den la vuelta al mundo es un placer. Que los “cautivos” puedan ser vistos en el mundo, a través de mis imágenes, y que esto derive a que la gente tome conciencia de lo que significa el tormento del encierro, para mí es maravilloso. Es un placer y es un honor. Las entrevistas que me hacen tanto a nivel nacional como internacional por mis trabajos, también sirven para seguir difundiendo la verdadera cara del cautiverio.
-Tus fotografías retratan el dolor inmenso del encierro ¿en blanco y negro la imagen es más expresiva?
Mis primeras muestras fueron en color, pero después sentí que estaba rozando un poco el amarillismo, porque en sí, todos estos lugares de encierro son muchas rejas oxidadas, muchos colores fuertes, entonces se desviaba la atención a donde yo quería que fuera, que eran los ojos del animal que estaba fotografiando y así empecé a hacer las muestras en blanco y negro.
Hay un libro de Juan López, que para mí es mi mentor y es quien realizo el prólogo de mi libro, que contiene una leyenda que cuenta que atreves de la mirada de un delfín en libertad (como la de cualquier otro animal) uno puede ver reflejada tu propia alma, pero que pasaría si vos miras a los de un animal cautivo……. Y yo puedo decirte que lo que uno ve en esa mirada de un ser cautivo, es tristeza y muerte.
-Hablando de las miradas de un animal Roberto, mucha gente que ha ido a los oceanarios dicen que el delfín está feliz porque se está riendo ¿No es así, no es cierto?
Claro que no. Fisiológicamente la boca del delfín tiene esa curvatura que pareciera que se está riendo, por lo tanto es engañoso. Solo hay que ver su mirada.