
No es excepcional. Prácticamente todos los días la plaza ubicada en el Barrio Aeroparque es aprovechada por los caballos que se instalan en lugar y comen de los pastos “no cortados” de la misma.
Quienes no la utilizan son los niños que se ven impedidos ante el peligro que significan los equinos en el regalar.
La foto ilustra con elocuencia lo que ocurre en dicho sitio por los animales sueltos que pululan en todos lados, frente a la impotencia de los vecinos y la inoperancia de la Dirección de Veterinaria que no puede contener absolutamente nada.
Los caballos, mientras tanto se apoderan de los lugares públicos, entre ellos las plazas de los barrios.