
Comandante Nicanor Otamendi, la segunda ciudad en importancia del Distrito, por el producto bruto interno y por la cantidad de población se encuentra en el año 2020 con serios problemas.
Los venimos señalando mes a mes. La falta de servicios, de infraestructura, de elementos, de insumos y de maquinaria impide que la ciudad se encuentre en las mejores condiciones. A ello hay que sumarle la falta de controles adecuados que hacen que caballos circulen diariamente por las calles principales de la ciudad.
Otamendi 2020 no se encuentra a la altura de los tiempos. Es necesario más inversión, más recursos, más elementos y funcionarios idóneos y competentes que cumplan con criterio la tarea que se les encomienda.
Esperemos que las autoridades adviertan las graves falencias y pongan a Otamendi en la consideración y en la resolución de sus problemas. Ya señalamos el magro presupuesto que se le asigna a la Delegación y la imposibilidad de hacer cosas con las pocas monedas que se destinan.
Por ello entendemos que hay que producir reformas estructurales y sustanciales para que la ciudad papera empiece a tener en servicios lo que realmente merece.