
Una alcantarilla en malas condiciones puede convertirse en una trampa para los peatones capaz de provocar importantes lesiones a quienes tienen la mala suerte de pisarla.
Así es como le sucedió a una vecina de nuestra ciudad cuando regresaba con su marido de la playa por calle 17 esq. 12 y al querer subir su auto desgraciadamente piso una alcantarilla, que como se puede ver en la foto es un verdadera trampa para quien pasa por allí desprevenido.
En diálogo con Semanario El Argentino, el marido de la mujer nos comentó: “podría haber sido un accidente fatal, mi mujer sufrió heridas cortantes en ambas piernas, fuimos inmediatamente al Hospital Municipal donde nos atendieron muy bien; pero del mal momento que pasamos y del costo de la medicación ($1.600) nos tuvimos que hacer cargo nosotros, es una vergüenza”, afirmó.
El estado de las veredas y calles, en distintas zonas de la ciudad, es deplorable. Muchas aceras se han convertido en una suerte de carrera de obstáculos para mantener la integridad física de los transeúntes. Este es un accidente que se puede convertir en muchos otros accidentes sino se encuentra una pronta solución a dicha problemática.