El otamendino Santhyago Ríos conquista con su acordeón suelos brasileros

El músico acordeonista oriundo de la ciudad de Otamendi, Santhyago Ríos, demuestra continuamente su crecimiento y actualmente está conquistando tierrras internacionales. Luego de un show en Brasil, los medios del país anunciaron: “Desidério Souza y Ríos confirmaron su fama de mejores chamameceros latinos”.

Santyago transmite calidez y simpatía, y habló con El Argentino sobre sus comienzos, las sensaciones que le transmiten estos shows y sus próximas presentaciones.

¿Cómo fueron tus inicios en la música? ¿Tenés referentes en tu familia?

Recuerdo que cuando era un niño en mi casa siempre se estaba escuchando música y había varios casetes. Había uno en particular que me gustaba mucho, “Andrés Cañete – Volver sin partir”, ese casete me hacía imaginarme a mí mismo tocando en un escenario con todas las luces, el público observando y aplaudiendo, cosas que nunca había visto ni vivido, pero las imaginaba. Después de haber pedido un acordeón para poder aprender, con mucho esfuerzo mi familia me la compro, empecé a estudiar el instrumento y música. Era todo un mundo nuevo, como lo sigue siendo hoy, mis amigos no entendían muchas veces como me la podía pasar encerrado estudiando y practicando sin salir a jugar, pero me sentía tan bien así.

Luego de aprender las primeras melodías llego la primera invitación a tocar, que fue junto con mi profesor en la escuela N° 8 donde realicé mis estudios primarios, luego llegaron bailes y festivales zonales, así anduve por muchos años, aprendiendo de todo: lo bueno y lo malo.

No vengo de familia de músicos, por lo menos que yo conozca, si bien tengo descendencia entrerriana y polaca es muy probable que tuviera familiares músicos que no conocí. Hoy día mi hermano menor estudia y ya está tocando acordeón.

¿Qué recordás de tus primeras presentaciones?

Principalmente el nerviosismo de todo ese mundo nuevo, no tenía referentes a quien preguntar ciertas cosas como para tratar de comprender si estaba en el camino correcto. Y lo puse en dudas muchas veces, porque no entendía porque me ponía tan nervioso y hasta a veces no venía la hora de que pasara ese momento para bajar, entonces pensaba que si pasaba todo eso quizás no estaba en el mundo que me correspondía, pero bueno, no tenía un referente musico para preguntar estas cuestiones. Seguí igual afrontando mis grandes problemas de timidez y ese nerviosismo inmenso que tenía, que me prohibía hasta hablar para socializar. Recuerdo cómo me escondía detrás de mi papá o mi mamá cuando alguien se acercaba a decirme algo. Fui venciendo todo eso y he tenido que afrontar muchos caminos sólo donde me encontré a mí mismo.

¿Qué sentiste con el reconocimiento del público en Brasil? ¿Cómo fue esa experiencia?

Son momentos de mucha felicidad, donde a uno se le cruzan muchas personas por la mente en que me gustaría que estén en ese momento para disfrutarlo conmigo, pero por cuestiones de la vida muchos no pueden estar y los que si están a veces cuesta mucho el movimiento por cuestiones de presupuesto por hoy día nos acompaña a la distancia desde internet.

Y también el disfrute que siento al ver todo eso, muchas veces se crea una burbuja arriba del escenario, donde solo estamos todos los compañeros de la banda mientras tocamos, nos olvidamos de un mundo afuera y de todo ese público, es pura vibración. Cuando se termina la música o el tema que estamos tocando se escuchan esos aplausos que le ponen los pies sobre la tierra a uno y lo podemos devolver con una gran sonrisa…son momentos únicos, la responsabilidad brindada por la producción de Brasil para conmigo y mi grupo es increíble, el interpretar nuestro Himno Nacional en tierras extranjeras, el interpretar el Himno Estatal del lugar donde estamos es increíble, maravilloso.

¿Qué sentís cuando te presentas en tu ciudad Otamendi?

Es el lugar donde podemos compartir con toda nuestra familia y todos nuestros paisanos, mostrarles y hacerles escuchar lo que andamos desparramando por el mundo. Siempre es un momento único tocar en el pueblo de uno, donde cada calle y muchas personas nos vieron crecer día a día. Esperamos ansiosos que se presente la oportunidad de tocar en Otamendi y en Miramar.

¿Cuáles son los momentos de tu carrera que recordás con más cariño?

Sin dudas la primera presentación en mi escuela con mi profesor “Juan Carlos Lampone” y ese público maravilloso que eran todos mis compañeros de primaria acompañados de sus padres y el momento en el que me sentí desbastado en el Mundial del Acordeón en Italia porque sentí que había cometido errores, llame por video llamada desde Italia a Otamendi a mi pareja “Nathy” y me consoló de una forma que la sentía a mi lado abrazándome… son momentos de un gran éxito para mí y de mucho cariño.

¿Cuáles serán tus próximas presentaciones?

Tenemos varios shows y estamos preparando una gira para el verano, ahora se vienen shows en Carmen de Areco, en Miramar, en Corrientes, en Brasil nuevamente… y seguimos trabajando en otras producciones.

¿Qué objetivos tenés a largo plazo en la música?

Estas producciones que nombraba recién principalmente, que son a un mediano plazo. Estamos por lanzar un nuevo álbum discográfico de la mano de mis queridos amigos de LHA Music & Warner Chappell Music a los quienes les debo mucho por el apoyo en mi carrera y por supuesto seguir girando para llevar nuestra música por el mundo.