
Un hecho delictivo de proporciones se produjo en Miramar, más precisamente en calle 11 entre 34 y 32 donde turistas fueron desvalijados mientras cenaban afuera.
La casa pertenece a la familia de Carlos Svast y se encontraba alquilada. Los moradores al llegar encontraron todo revuelto, se llevaron dinero y equipos electrónicos y de tecnología, con una moladora rompieron reja del patio y entraron y se llevaron todo lo que hallaron al paso.
La familia desesperada ante la inseguridad vivida acudió a las autoridades policiales, la que en los primeros momentos realizo las tareas investigativas.
Dicha zona ha sido castigada por la inseguridad y esta situación vivida ha generado mucha bronca a indignación por vecinos, pero más por quienes fueron afectados que se encontraron siendo víctimas de un despojo extraordinario por delincuentes en los primeros días del año.