Ayer, Hoy y Siempre

Padre Hugo Segovia
Por Padre Hugo Segovia.

PADRE HUGO SEGOVIA

Cuaresma 2023

El próximo miércoles comenzará el tiempo de Cuaresma que durante cuarenta días preparará al pueblo cristiano para la celebración de la Pascua alrededor de la que gira toda la vida de la Iglesia.
En la gradualidad de la liturgia vamos pasando por las distintas etapas del misterio de la salvación y como maestra del pueblo cristiano nos va mostrando lo que creemos así como lo que oramos y lo que como corolario de todo ello debemos poner en práctica con nuestra vida.
La cuaresma viene después de los días de Carnaval caracterizados por el desborde que tenía razón de ser en que después de esos tres días comenzara un tiempo de rezo y penitencia.
El mismo nombre de Carnaval viene del latín “carnes tollere” y nos hace ver la relación que había entre la religión y la vida ya que en previsión del rigor de la cuarentena cuaresmal los cristianos daban rienda suelta a la carne que volverían a comer una vez llegada la Pascua. Esto también nos hace ver los dos aspectos de la experiencia cristiana que están armonizados en esas dos actitudes.
Así lo destaca un libro de Luigi Santucci “Los ángeles rojos” donde las matices risueños se hacen notar en fina síntesis.
Ello le quita a las privaciones cuaresmales lo que puede tener de negativo y hasta morboso cuando se trata de una búsqueda de armonía que de tantas maneras busca el hombre actual.
La oración y la contemplación, el trabajo y la acción se amalgaman y ocupan su lugar a lo largo de la vida personal y comunitaria que no deben ser separadas bajo pena de producir monopolios y distorsiones cuyas consecuencias vemos tantas veces en la vida personal y comunitaria.

Cuaresma y mundo actual

Sin duda que se trata de una práctica muy alejada de las realidades modernas.
Vienen a la mente palabras de un autor que fue noticia años atrás, Willibord Verkade que en un libro “Por las inquietud a Dios” va exponiendo su conversación al encontrarse con Dios después de un largo recorrido. Al narrar las características de ese encuentro dice: “que tristes eran mis domingos lejos de ti, Señor”.
Es un título aleccionador que nos da la pauta de una fe y una práctica religiosa que no es solo atenerse al cumplimiento de normas y ritos vino un encuentro capaz de transformar la vida.
Tal vez podrían definir lo que ocurre en muchas vidas y por cierto que no es fácil encontrar alguien que pueda hablar así aunque siempre anida en cada hombre el deseo y la sed de encontrar lo que da sentido a la vida, aquella “capacidad de Dios” a la que hace referencia San Agustín.
Decía Pío XI cuando un siglo atrás establecía la organización del laicado en lo que llamó Acción Católica “la ignorancia religiosa es el gran enemigo de la Iglesia”. Palabras que bien podrían repetirse ahora cuando tantas personas viven sin contacto con la vida religiosa como he comprobado por ejemplo en la que me contaban unos amigos que me hablaban de un matrimonio que llevó a un hijo a visitar un anciano en un hogar y al llegar se encontró con la gruta de Lourdes y preguntaba asombrado a los padres: “¿quién es esa señora?”.
¿Quién? ¿Cómo? ¿Cuándo? Nos cuesta aceptar y entender esta progresiva secularización y la Iglesia sabe que debe estar, a decir del Concilio, siempre en actitud de conversión y por eso analizar las causas de ese progresivo proceso y esforzarse por aquella búsqueda de nuevo forma, nuevos métodos y nueva expresión que pedía Juan Pablo II.

Como llegar al hombre hoy

En medio de la enorme cantidad de espiritualidades y cultos que se dan en la sociedad y sin caer en un pesimismo derrotista es preciso buscar la manera de hacer inteligible y asimilable el camino cristiano que no anula toda búsqueda pero, con la liturgia cuaresmal, procura que “el ayuno corporal, el equilibrio de las pasiones y la búsqueda de la unidad en la justicia “animen la vida del pueblo cristiano.
Elementos de la espiritualidad cristiana que muchas veces nos remiten a aquella expresión de Chistertm: “son ideas cristianas que se han vuelto locas” o que no les mostramos con la realidad de cada día.
¡Cuántos hoy día ayunan! Una multitud por las injusticias sociales que no dan tregua, otros por las exigencias de la moda en cuanto a calorías. Sin embargo cuando no se hace crítica de lo que la Iglesia pide como si viniera de un mundo lejano y oscuro se lo ignora y se rinde culto a prácticas exigentes y costosas.
Había puntos de encuentro con los anhelos y búsquedas del hombre de hoy sin omitir todo el trabajo de renovación y puesta al día que la Iglesia nos está exigiendo y que están urgiendo en el camino sinodal emprendido.