Un Concejo planchado

Llama la atención que el Concejo Deliberante de General Alvarado no tenga sesiones extraordinarias y no trabaje durante los meses de enero y febrero.

Si bien es cierto la temporada hace que algunos concejales tengan otros trabajos y no puedan dedicarse, no se entiende que no se traten los temas que en el verano son de acuciante preocupación y que terminan resolviéndose a veces a través de lo que llaman actas acuerdo (algo irregular y sin sustento legal) para no reunirse o no convocar a sesión.

Por ejemplo recientemente se habilito por un acta acuerdo un carro para venta de comidas en Otamendi a través de un acta acuerdo.

Pareciera que hay una decisión política de “planchar” el Concejo. Temas para su análisis sobran; la seguridad en general, la seguridad en playas, la venta ambulante y sus excesos, los sueldos del personal municipal, es decir la política salarial, la ocupación del espacio público, la falta de agua, el colapso cloacal producido, el funcionamiento de la planta de afluentes en crisis, etc.

Son cuestiones que merecerían el debate público y el esclarecimiento por parte de la ciudadanía.

Pero desde las autoridades municipales la idea es silenciar y acallar el órgano republicano de gobierno. Es mejor que no funcione, que los concejales vacacionen, que no vayan y que todo se resuelva mediante actas acuerdo.

De esta forma se acallan las voces, no se sabe que es lo que se autoriza, a quien se autoriza y como se hace, a través de ese mecanismo ilegal y todo sigue su curso. Todo seguirá igual seguramente hasta el mes de marzo donde se reunirán dos veces por mes después de haber pasado dos meses sin sesiones y desconociendo que se ha hecho en ese tiempo.

El concejo planchado, es sin duda el mejor negocio para su Presidenta y para los funcionarios que no rinden cuentas de sus actos.