Ser o no ser Parte (II)

Lic. Alicia Digón

La Meditación Trascendental, es una técnica natural y de fácil y económica práctica. No es necesario un coordinador, aunque si alguien quisiera tenerlo, y puede hacerlo bienvenido, pero mal practicado, es posible que se nos venga en contra.

No se trata de una religión ni de una filosofía, sino más bien de una práctica que nos permite mejorar aspectos de nuestra vida, descubrir potenciales que no conocíamos y al respecto hablaremos de ello.

Al descubrir estas fuentes de energía que poseemos es muy probable que sintamos la necesidad de hacer algo que no nos vuelva en dinero. Algo que no nos implique competencia comercial. Algo que nos deleite hacerlo. ¿Qué puede ser? Que a través de este llevarnos a nuestro interior descubramos que nos gusta pintar.

¿Qué no sabemos hacerlo y no tenemos dinero para un instructor o profesor? No importa. Empecemos a realizar lo que nos viene en ganas concentrándonos en nuestro placer. Los surrealistas de principios de siglo, tanto pintores como escritores empezaron así.

Escribían frases sueltas que luego compaginaban o no, y lo mismo en pintura. Luego volvían a sus trabajos y descubrían que habían realizado “algo”. Podrían tirarlo, podrían guardarlo, pero hay algo que no sabían y que les daba placer: El niño que todos tenemos en nuestro psiquismo y que en “sociedad” no mostramos. ¿Y saben que pasa con aquello que no mostramos? Dicen los psicólogos “se hace carne” es decir se hace un foco que en breve será síntoma. Las anormalidades físicas y mentales que afectan al sistema nervioso, padre de todo deambular del cuerpo, son psiquismo no desplegado. ¿Qué te atrae la cocina? Allá vamos a internet y probemos con recetas.

De repente te empiezan a solicitar los vecinos que no tienen tiempo comida. Ya está. Es obligación. Utilízalo como medio económico mientras no entre el tan mentado stress. De lo contrario algo que te estaba siendo un placer se convierte en una obligación con horario de entrega, tiempos acotados, y bueno, allí tendrás que buscar algo que también te guste hacer pero no tenga nada que ver con los tiempos de otros.

El tiempo tiene que ser tuyo. Podrás evitar de este modo “pensar en otro” y pasar a pensar “en vos”. Aliviar la fatiga implica evitar frustraciones, angustias y anormalidades físicas y mentales que afectan al normal funcionamiento del sistema nervioso. El individuo puede evitar o aliviar enfermedades causadas por dichos estados, insomnios, dolores de cabeza y cervicalgia por tensiones.

De no atraerte ninguna de estas artes, digamos, la lectura, es un placer. No leas en tus momentos de ocio, lecturas policiales, de desgarro etc. El mundo en general está convulsionado. Evita esas lecturas y lee aquello que te de placer.

Acaríciate. Las caricias relajan. No temas ser vos quien lleve la delantera en las relaciones sexuales. No tengas vergüenza de decir “te quiero” “Qué bueno lo que dijiste anoche”.

Acostumbrarse a una sobremesa distendida ayuda no sólo a la digestión sino a relajarse. Evita discusiones. Si alguien quiere hablar de política, recuérdale que estamos en la mesa para pasarla bien, y que las cosas no andan bien en todo el mundo” elude con discreción todo tema que finalice en pelea o disentimiento.

Halaga los logros de los demás. Si alguien quiere discutir, cambia el tema con tacto. El ser humano tiene falencias. Si alguien dice algo inconveniente pásalo por alto. No te detengas en los defectos de los demás. Te daña. En fin, trata de recordar que relajado no enfermas. Si discutes pierdes energía, y si pierdes energía enfermas.
Hasta la próxima.