Integración laboral

La incorporación a la actividad laboral de las personas con discapacidad -en un contexto social de exigencias múltiples y cambiantes- es un verdadero desafío, como lo es un proyecto laboral, que en todos los casos poseen la dignidad del esfuerzo en común, sumado a los conocimientos y habilidades personales. Es por eso que requiere una buena preparación, dando respuesta a una formación de las necesidades y demandas específicas de los trabajadores.

En principio, es necesario recordar las acepciones desde la O.M.S.(Organización Mundial de la Salud) que define:

Discapacidad "es toda restricción o ausencia de la capacidad de realizar una actividad, en la forma o dentro del margen que se considera para un humano".
Deficiencia “es la pérdida o a normalidad de una estructura o función psicológica, fisiológica o anatómica”.
Minusvalía: “es una situación de ventajosa para un individuo, consecuencia de una deficiencia o una de capacidad, que elimina o impiden el desempeño de un rol”.

Son muchos los recursos con lo que se cuentan hoy, para ser utilizados en función de que las personas, consigan vivir y convivir con mayor satisfacción y calidad de vida.

Se señala entonces, primero: evitar la imaginación reduciendo (eliminarla seria) tanto las barreras sociales, como las arquitectónica que significan una normalización universal, por medio de la ergonomía adaptativa, por ejemplo.

Como sujetos susceptibles a una natural etapa cronológica que se cumple, a lo largo de la vida, como también de posible afecciones adquiridas, todos necesitaremos de dicha adaptación y muy especialmente de un giro es nuestro pensamiento, hacer cumplir legislaciones pertinentes llegando a la jerarquía de una comunidad de integración, en constante evolución humanizante, para lo cual no permanecer indiferentes, depende de todos y cada uno.