Devolver la esperanza

Padre Hugo Segovia

Por tercera vez este domingo será celebrada la jornada de los pobres. La instituyo el papa francisco al terminar el jubileo de la misericordia.

Casi como un eco de aquel pedido que le hizo aquel 13 de marzo de 2013 el cardenal humeas: “no te olvides de los pobres”. Esto ha venido a ser como el santo y seña de este pontificado. En el mensaje que el papa ha escrito para esta ocasión viene a insistir en la necesidad que tiene la iglesia de mostrar con sus gestos y, como decía francisco de asís, si son necesarias también las palabras, que los pobres no pierdan la confianza en el amor de dios.

Como decía aquella canción: “creo aunque todo parezca morir”… en el mensaje hace referencia a alguien de quien, en esta columna, hablábamos el 23 de mayo con motivo de su fallecimiento.

Se trata de jean vanier. Dice el papa que este laico es representativo de la iglesia de nuestro tiempo: “devolvió la esperanza a muchos a los que el mundo había condenado a vivir en soledad, en la infelicidad y en la discriminación. Los hizo protagonistas de su vida y de la que muchos que se dedicaron a ellos”. “surge más claro la desigualdad de nuestros días y las dramáticas formas de injusticia, muchas veces como fruto del enriquecimiento anómalo de unos pocos ante la pobreza de tantos”. “la iglesia puede cerrar los ojos ante este drama y mucho menos callar”.

Sumamente expresivas estas palabras del fundador de “el arca”. Hablan por sí solas mas, si están avaladas por toda una vida y un compromiso concreto.

Desde cada débil y marginado
Vale la pena que también nosotros recurramos a este cristiano para que su palabra nos ayude a celebrar esta tercera jornada que nos propone la iglesia en este peregrinaje por los caminos de cada año. La sed de Jesús es una sed de amar a las personas tal como son, con su pobreza y sus heridas, con sus marcas y mecanismos de defensa y con toda su belleza.

De lo que tiene sed es de que cada uno de nosotros, grande o pequeño es lo de menos, pueda vivir plenamente y experimentar el máximo de alegría. De lo que tiene sed es de romper las cadenas que nos encierran en la culpan y el egoísmo, impidiéndonos avanzar y crecer en la libertad interior.

De lo que tiene sed es de liberar las energías mas profundas ocultas en nosotros para que podamos ser hombres y mujeres compasivos, artesanos de la paz como él, sin rehuir el sufrimiento y los conflictos de nuestro mundo fragmentado sino ocupando nuestro lugar en el y contribuyendo comunidades y lugares de amor, de manera que hagamos que esta tierra arda de esperanza”.

La jornada es una nueva ocasión que tenemos para caminar atentos y con los ojos y el corazón abierto a fin de ser capaces de percibir la voz del señor que nos habla desde cada débil y marginado. Así le ocurrió a jean vanear que afronto un mundo para nada fácil no confortable, todo lo contrario porque es muy duro pero abierto a que, en la entrega generosa y el trabajo continuo, encuentro que es posible devolverle la esperanza no como una promesa sino como un esfuerzo diario.

Les abrió la inteligencia
Con fecha 30 de septiembre, moría litúrgica de san jerónimo y con motivo de iniciarse el aniversario 1600 de su muerte, el papa francisco publico una carta apostólica en forma de “motu propio”. Se trata de “aperut illia” por la cual, tal lo pedido al terminar el jubileo de la misericordia, se dispone la celebración del domingo de la palabra de dios que tendrá lugar el III domingo del tiempo ordinario (en 2020 el 26 de enero).

Será un día dedicado a la reflexión y divulgación de la palabra de dios que se colocara en un momento oportuno de ese día en el que estamos invitados a fortalecer los lazos con los judíos y a rezar por la unidad de los cristianos” ya que coincide con en octavario por la unidad de los cristianos que, desde principios del siglo pasado, es un compromiso desde el 18 al 25 de enero de cada año.

“la Sagrada Eucaristía indica a los que ponen en actitud de escucha a seguir para llegar a una autentica y solida unidad”. Esta carta está centrada en el hermoso texto evangélico de san Lucas (24,13-35).

Se trata de un texto sobre el cual será necesario volver pero nos complace presentarlo en estas vísperas de la jornada de los pobres ya que vivimos un tiempo en la cual se ha hecho cercano al pueblo cristiano aquel reclamo del filosofo e. revinas: “ver a dios en el rostro del otro, ese rostro pobre y desnudo, tan frágil”.

O lo que decía aquella luchadora social que fue Catherine de huech: “Sol, hambre de dios solo puede saciarse por un amor cara a cara, persona a persona. Solo en los ojos del otro podemos hablar el icono de Cristo. Debemos hacer que el otro tome conciencia de nuestro amor por él. Si lo hacemos así sabrá que dios lo ama”.